Las
dimensiones básicas del diseño organizacional son:
Proceso
de Formalización:
Es un proceso por el cual se establecen normas, procedimientos y medios para
administrar las actividades de la organización. El diseño de los procesos es
usualmente formalizado en el Manual de Procedimientos, en donde se
establecerán procesos que generan servicios y satisfacen las necesidades de los
usuarios en el sistema.
Proceso de Decisiones: La organización como un sistema de decisiones tiene relevancia en el entorno organizacional. Con las premisas de decisión se establece la necesidad de un diseño organizacional bajo una estructura formal o en función a una estrategia general.
Los modelos de estructuración de actividades organizacionales son de carácter autoritario, paternalista, consultivo y participativo, según las siguientes variables: estilo de liderazgo, motivación, comunicación, toma de decisiones y control. Las estructuras que adoptan las organizaciones pueden ser orgánicas o mecánicas.
Proceso
de Diferenciación e Integración: El
proceso de diferenciación hace posible clasificar las actividades con el
propósito de definir etapas según la complejidad del sistema. El proceso de
integración implica la coordinación y el control en los diversos subsistemas
que tiene la organización para mantener su integridad, el cual puede plantearse
como solución en el diseño organizacional.
Proceso
Dimensional: La
decisión de estructurar una organización según sus unidades estratégicas de
negocios, debe basarse en análisis internos y externos, tomando en cuenta sus
lineamientos estratégicos y objetivos. Pero cuando las organizaciones avanzan,
identifican dimensiones críticas y desarrollan roles o tareas que se deben
realizar de forma específica, lo que determinan la creación de
dependencias según el criterio de especialización. Los miembros de estas
dependencias o áreas se transforman en especialistas que les permite visualizar
los problemas y/o soluciones de una manera particular y compartida con otros miembros
de su especialidad.
Proceso
de Complejidad: Un
sistema es complejo cuando algunos elementos no se relacionan unos con otros de
forma directa. Esta característica depende del tamaño de la organización y su
entorno. El proceso de diseño organizacional permite reducir esta
variabilidad.
Los elementos identificados son por diferenciación horizontal (forma predominante de la división del trabajo), diferenciación vertical (es de nivel jerárquico y según el número de posiciones) y dispersión espacial (el personal es disperso físicamente separando centros de poder y labores). Las dos primeras presentan problemas de control, comunicación y coordinación.
Complejidad
hace referencia al grado por el cual diferentes tipos de actividades se llevan
adelante en la organización.
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